En el mundo del café de especialidad, hay lugares que trascienden de la simple producción de granos y se convierten en auténticas joyas de la industria cafetera. Uno de esos tesoros es la Finca Santuario Sul en Brasil, un rincón donde la pasión y la innovación se fusionan para crear experiencias de café verdaderamente excepcionales.
Historia de la finca Santuario Sul
Hace cinco años, nació la Finca Santuario Sul, gestada bajo la misma filosofía y técnicas que dieron vida a la Finca Santuario en Cauca, Colombia. Luiz Paulo Pereira Filho y Camilo Merizalde unieron sus esfuerzos para plantar la variedad Yellow Bourbon como protagonista de la finca. En los años posteriores, la finca se convirtió en un jardín de café con 20 especies diferentes de todo el mundo. Cada año, la Finca Santuario Sul sorprende con procesos innovadores que realzan los sabores de los exóticos cafés cultivados en sus campos. El proyecto Santuario está a cargo del procesamiento del café en la finca. Cada temporada, los señores Ivan Solis y Edwin Noreña, encargados de la calidad, viajan a Brasil para supervisar personalmente las labores de cosecha y los procesos cafeteros en Santuario Sul.
El Encanto del proceso natural
El proceso natural en la Finca Santuario Sul es una coreografía de pasos precisos que dan como resultado un café de extraordinaria calidad. Comienza con una cosecha selectiva, donde se eligen a mano solo los granos con niveles de azúcar brix entre 20 y 22 grados. Las cerezas se lavan meticulosamente con agua limpia y se separan las flotantes. Luego, las cerezas se sumergen en agua durante dos días, permitiendo que los sabores maduren.
Por último, en la etapa final de secado al sol se lleva a cabo en camas africanas durante 22 días, bajo condiciones cuidadosamente controladas. La humedad se reduce a un 10.5%, y para estabilizarla, el café descansa durante 4 días en sacos. Permitiendo que los sabores se concentren y se desarrollen plenamente.
La Finca Santuario Sul en Brasil es un testimonio de cómo la pasión por el café puede llevar a la creación de tesoros únicos. Cada taza que se sirve de los granos de esta finca es una invitación a explorar los sabores exóticos y las técnicas innovadoras que se entrelazan para ofrecer un café que trasciende lo convencional.
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